¡Ante la agresión policial, respuesta Popular!

Las últimas manifestaciones populares que se han levantado a lo largo del país, han puesto a la luz el rechazo de la mayor parte de la población a las políticas del gobierno de turno, y así como estas aumentan en número de asistentes y su radicalidad, también aumenta la agresividad de Carabineros para reprimir el descontento que se alza por todo el territorio.

La lamentable noticia que llegó desde Concepción, en donde una joven estudiante de Sociología de la Universidad de Concepción, fue brutalmente agredida por Carabineros, en el contexto de la manifestaciones estudiantiles, donde participaron mas de ocho mil estudiantes de esa ciudad. Paulina Rubilar aunque por suerte no perdió su ojo, terminó con su pómulo fracturado, y contusiones oculares graves. Según su testimonio en una declaración personal de los hechos, los efectivos de fuerzas especiales se agruparon al verla salir con su bicicleta de la universidad, y le disparan una bomba lacrimógena a unos veinte metros de distancia, para luego abandonarla herida en la calle, junto con burlarse de las condiciones en que la dejaron, relatando también, que un compañero de ella se fracturó el tobillo al tratar de esquivar un impacto similar. A pesar de los testigos, y el propio testimonio de la joven, Carabineros declaró que la lesión de la joven habría sido provocado por una pedrada. Cabe recordar que casos como este que se repiten en el historial policial una y otra vez, sin encontrar culpables, y si estos salen a la luz, no reciben pena alguna, como en el caso del asesino Walter Ramírez Inostroza, quién disparó cobardemente por la espalda al weichafe Matías Catrileo.
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El mismo actuar se han registrado otras manifestaciones estudiantiles, y las masivas protestas por la aprobación del proyecto HidroAysén. El uso indiscriminado de gases lacrimógenos –siendo esta, una composición tóxica- está prohibido en sus países de origen; Israel y EEUU, pues existen antecedentes de que los compuestos químicos que conforman la sustancia, tienen consecuencias en los aparatos reproductivos tanto femeninos como masculinos, provocando hasta abortos en las mujeres embarazadas, o daños a la salud que pueden ser irreversibles, como publicó el portal virtual de Radio Bío Bío.


También la prensa, por su parte hace lo suyo, criminalizando la protesta social, tergiversando los hechos mediante la televisión y diarios, ocultando el actuar delictivo y provocativo de la policía. Sabemos que todos los perros guardianes de la burguesía ocultan -tras su disfraz de “informadores” y “protectores del orden público”- su rastrera misión de defender los intereses de la minoría más ínfima y depreciable de la sociedad, los intereses de capitalistas nacionales y extranjeros, que pretenden perpetuar la explotación y la opresión sobre los que se comienzan a romper sus cadenas. Sabemos también, lo limitado de las luchas aisladas, es necesario comenzar a levantar petitorios con demandas comunes. Lo que ganemos, se ganará en las calles, protestando, tal como lo hicieron los habitantes de la región de Magallanes. Ante la agresión y represión policial, sólo nos queda responder con más fuerza.

¡A la calle que ya es hora!