En Santiago la marcha comenzó a las 10:30 de la mañana, desde el frontis de la USACH, y contó con una contundente participación de estudiantes secundarios y universitarios, apoderados, académicos y profesores, organizaciones sociales y sindicales. Según los organizadores los asistentes a la manifestación (número 35 que se ha realizado), fueron cerca de 180.000 personas, mientras los grandes medios de comunicación corporativos afirmaban que la convocatoria no había superado las 60.000 personas. Luego de realizarse un acto político-cultural en el Parque Almagro, varios grupos de manifestantes se enfrentaron con las fuerzas policiales que se encontraban apostadas en el lugar: los combates callejeros se extendieron por horas, culminando con 50 personas detenidas y varios carabineros heridos, 2 de ellos graves. Uno de los detenidos, de origen boliviano, fue puesto en prisión preventiva, acusado de lanzar cócteles molotovs a la policía (situación análoga a la que viven el estudiante de ARCIS, Felipe Vittori y Francisco Moreno detenido el 14 de julio en una marcha estudiantil). Además, la policía allanó la sede de la UTEM (Universidad Tecnológica Metropolitana), que se encuentra en las inmediaciones del Parque Almagro.
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Desde las 21:00 horas, en algunos puntos de la ciudad (Estación Central, Santiago Centro, Ñuñoa, Puente Alto, etc.) se realizaron marchas, caceroleos y en algunos lugares, se levantaron barricadas y hubo enfrentamientos callejeros con las fuerzas de represión.
Por otra parte, ya cumplen más de 65 días en huelga de hambre varios estudiantes secundarios. Algunos de ellos se encuentran hace algunos días instalados en carpas en el frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile, para así visibilizar esta medida de presión extrema. Se trata de estudiantes del Liceo Darío Salas, del Liceo Experimental Artístico de Quinta Normal y del Liceo de La Cisterna.
Durante esta jornada de movilización se ha demostrado con creces que el movimiento social por la educación, que lleva ya cerca de 5 meses a lo largo de todo el territorio nacional, y que se ha tomado reiteradamente las calles, sigue con fuerza planteando sus reivindicaciones por un cambio de raíz en el sistema educacional. Esto se da justamente en un panorama en el cual los sectores empresariales y la derecha apuestan a neutralizar al movimiento social presionando por la vuelta a clases y la negociación de las demandas en la mesa de diálogo que ofrece el gobierno. Dentro de este contexto, más de 70.000 secundarios no se han inscrito en el “Plan salvemos el año escolar”, saboteando el intento del gobierno de quebrar el movimiento con la amenaza de hacer repetir de curso y expulsar de los liceos a las y los estudiantes movilizados. Por otro lado, el día miércoles el alcalde de la Comuna de Providencia, Cristián Labbé (conocido ex torturador de la Dictadura Militar), ordenó el desalojo del Liceo Carmela Carvajal y el Liceo José Victorino Lastarria. Los estudiantes de estos establecimientos, intentaron hoy viernes una retoma, pero fueron reprimidos por Carabineros. Ante la intransable determinación de seguir adelante con la lucha, el reaccionario alcalde Labbé decidió cerrar los colegios de la comuna (cuestión que aún está en veremos, por todas las repercusiones que trajo el anuncio) y no permitir que jóvenes de otras zonas de la capital se matriculen en las escuelas de la comuna, situación extremadamente discriminatoria y segregadora, cuando solo el 15% de los estudiantes habitan en Providencia.
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