Diversas organizaciones sociales realizaron acto político-cultural
El sábado 25 de agosto, desde muy
temprano, la jornada en conmemoración del asesinato de Manuel Gutiérrez comenzó
a tomar forma. Desde las 11:00 horas diversas unidades muralistas comenzaron a
llenar de vida y colores los muros de la población, mientras en la plaza
ubicada entre las calle 2 y calle 3, se realizaban actividades con las y los
más pequeños, se levantada el escenario y diversos stands informativos de las
organizaciones convocantes; el “Comité por la justicia para Manuel Gutiérrez”,
“La Agrupación de Víctimas de la Represión Policial”, el “Colectivo
Kontracultural Makanaki”, el “Colectivo de Izquierda Jaime Eyzaguirre” y diversas
organizaciones sociales de la vecina Población Lo Hermida.
La actividad, contó además con un
pasacalle, olla común, variada música en vivo, teatro y el apoyo de dos marchas
que arribaron al lugar; una proveniente de la Plaza Ñuñoa y otra de Lo Hermida.
Además, durante la semana en variados lugares de Santiago se realizaron
actividades para recordar a este joven estudiante de 16 años asesinado por
carabineros; mitines, concentraciones, pantallazos, marchas, etc. Durante la
conmemoración, se bautizó la plaza en donde se desarrolló el acto
político-cultural, como “Plaza Manuel Gutiérrez Reinoso”, gracias al impulso de
las y los vecinos que luchan contra la impunidad policial en este crimen,
quienes lograron que más de 300 vecinos firmaran apoyando esta iniciativa.
La impunidad en que ha caído este
nuevo caso de represión, no es nada nuevo y hace bastante tiempo que se ha hecho
costumbre. En Chile, cuando un policía en acto de servicio comete un delito o
asesina a un civil, no es juzgado por los tribunales civiles, sino por uno
militar, lo que por donde se le mire es algo que atenta contra la trasparencia
del proceso y cualquier atisbo de conseguir justicia. El sargento Miguel
Millacura y todos sus cómplices de la 43 Comisaría de Peñalolén, a pesar de que
ya se comprobaron por todas partes sus responsabilidades en los hechos, gozan hoy
de plena libertad. Por lo tanto, se vuelve de suma urgencia que las
organizaciones del pueblo aúnen fuerzas de manera transversal y generen presión
social para obligar que estos actos y muchos otros sistemáticos abusos de parte
de las “fuerzas del orden” (como los “manoseos” a jóvenes secundarias) se
frenen lo antes posible.
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