jueves, 7 de febrero de 2013

Argentina: MTD 1° de mayo, una década de lucha y organización


La estación de trenes de Constitución es un fiel retrato del pueblo argentino, de los más agredidos por el derrumbe del 2001, de la violencia del sistema, del saqueo y corrupción de los poderosos. Es una de las estaciones más grandes de Buenos Aires, proletaria, con una atmósfera muy popular, opuesta a la rigidez a la que estamos acostumbrados en Chile, por ejemplo tiene incluso una carnicería en su interior, está rodeada de comercio ambulante y ha sido apropiada por decenas de personas que se cobijan entre sus pasillos. Se han instalado familias, con sus colchones, con sus miserias, haciendo la cotidianeidad de sus vidas en los fríos pasillos de una antigua estación donde transitan miles de personas que los esquivan diariamente; ya acostumbrados a ellos, acostumbrados a esa indigencia.

A sólo un par de cuadras de la estación se encuentra la sede del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) 1° de mayo. El MTD surge hace 10 años en un grupo de desocupados que, como tantos otros, en todo el país, comenzó a cortar rutas en reclamo por trabajo. Convencidos firmemente en que la identidad, ante todo, es la de trabajadoras/es (desocupados/as, precarizados/as, jubilados/as, etcétera), es que decidieron emprender la lucha por trabajo genuino.


Muy de a poco, y con mucha lucha, se han ido consiguiendo algunas reivindicaciones mínimas que ayudaban a la subsistencia. A lo largo de los años, el MTD fue creciendo y logrando a través de la movilización, los primeros puestos de trabajo. Además de los reclamos más urgentes, siempre tuvieron la idea de que para vivir mejor es necesario pensar no sólo en el trabajo, sino también en salud, educación, vivienda, recreación, por eso se desarrollan iniciativas en el sentido de recuperar derechos ligados a todos los aspectos de la vida. A su vez, el MTD trata de ser un espacio de referencia barrial, donde todo/a vecino/a pueda organizarse y pelear por sus reivindicaciones, entendiéndose como parte de un territorio compuesto por diversos actores, con distintas necesidades.

El MTD 1º de Mayo trata de trabajar planificada y organizadamente, de tener  objetivos claros, intenta siempre derrocar el voluntarismo y el espontaneísmo, asumiendo la construcción colectiva, distribuyendo las tareas y rotando en las responsabilidades.

Los agrupados en este movimiento construyen por medio de ejes de trabajo sus objetivos generales, buscando la claridad hacia dónde quieren llegar y cómo podrán lograrlo visualizando más allá de sus propias vidas, vinculándose con distintos sujetos sociales. De esta manera han logrado avanzar en la construcción de poder popular. Trabajan en torno a una idea general que apunta a la transformación social. Por esto, entendiendo que el cambio no es inmediato y que los procesos se desarrollarán entre varias generaciones, han asumido la constante necesidad de formación, estudio y sobre todo la participación, pues de nada sirve educarse si no hay un trabajo concreto que valide y retroalimente la teoría.

La definición de su trabajo apunta hacia el mejoramiento de la calidad y condiciones de vida. Lo fundamental es la coherencia, de manera que las prácticas del grupo no contradigan sus principios ni sus objetivos. Por ello, es muy importante la claridad que el movimiento es una herramienta para lograr objetivos de cambio social, una herramienta por tanto para luchar, por lo cual deben dotarse permanentemente de contenido político.

Un objetivo primordial es la construcción de poder popular. Para esto la participación es lo fundamental, ir al frente y ser protagonistas. Para esto se han organizado en ejes de trabajo agrupados en: formación política, educación, vivienda, trabajo, salud, mujeres, niños/jóvenes, prensa y trabajo de barrio.

El MTD 1º de Mayo trabaja en 5 barrios. La organización interna es a través de asamblea barrial, mesa de delegados, asambleas generales y plenarios. A su vez, se enmarca dentro del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el cual agrupa en su estructura a organizaciones territoriales de desocupados, vecinos, jóvenes y trabajadores, aportando a la unidad de clase desde la práctica en común con otros sectores. Esta organización surge como una necesidad de articulación orgánica en un espacio común mayor. Posee un plenario que opera regularmente, siendo éste una instancia resolutiva y de toma de lineamientos políticos. Cada movimiento que lo conforma cuenta con delegados de base y está abierto a todos quienes quieran asistir.

Esta organización lucha por el trabajo genuino y digno,  por la unidad de trabajadores ocupados y desocupados, por la reducción de la jornada laboral (para crear más puestos de trabajo) sin afectar el salario, por la libertad y desprocesamiento de todos los luchadores populares, por  salud, educación y servicios públicos para todos, por la defensa de los recursos naturales. 

En síntesis, este movimiento, con sus lineamientos, prácticas nos reafirman que no es posible transformar realmente las condiciones de vida de nuestra clase sin un profundo cambio social, político y económico, porque no habrá igualdad ni libertad verdaderas mientras sigan existiendo explotadores y explotados, y para ello es necesario fundar nuevas estructuras de organización, participación, solidaridad y lucha. 

La Mala

Publicado en el nº14 del periódico "Solidaridad"

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