La estación de trenes de Constitución es un fiel
retrato del pueblo argentino, de los más agredidos por el derrumbe del 2001, de
la violencia del sistema, del saqueo y corrupción de los poderosos. Es una de
las estaciones más grandes de Buenos Aires, proletaria, con una atmósfera muy
popular, opuesta a la rigidez a la que estamos acostumbrados en Chile, por
ejemplo tiene incluso una carnicería en su interior, está rodeada de comercio
ambulante y ha sido apropiada por decenas de personas que se cobijan entre sus
pasillos. Se han instalado familias, con sus colchones, con sus miserias,
haciendo la cotidianeidad de sus vidas en los fríos pasillos de una antigua
estación donde transitan miles de personas que los esquivan diariamente; ya
acostumbrados a ellos, acostumbrados a esa indigencia.
A sólo un par de cuadras de la estación se
encuentra la sede del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) 1° de mayo. El
MTD surge hace 10 años en un grupo de desocupados que, como tantos otros, en
todo el país, comenzó a cortar rutas en reclamo por trabajo. Convencidos firmemente en que la identidad, ante
todo, es la de trabajadoras/es
(desocupados/as, precarizados/as, jubilados/as, etcétera), es que decidieron
emprender la lucha por trabajo genuino.
Muy de a poco, y con mucha lucha, se han ido
consiguiendo algunas reivindicaciones mínimas que ayudaban a la subsistencia. A
lo largo de los años, el MTD fue creciendo y logrando a través de la
movilización, los primeros puestos de trabajo. Además de los reclamos más
urgentes, siempre tuvieron la idea de que para vivir mejor es necesario pensar
no sólo en el trabajo, sino también en salud, educación, vivienda, recreación,
por eso se desarrollan iniciativas en el sentido de recuperar derechos ligados
a todos los aspectos de la vida. A su vez, el MTD trata de ser un espacio de
referencia barrial, donde todo/a vecino/a pueda organizarse y pelear por sus
reivindicaciones, entendiéndose como parte de un territorio compuesto por
diversos actores, con distintas necesidades.
El MTD 1º de Mayo trata
de trabajar planificada y organizadamente, de tener objetivos claros, intenta siempre derrocar el
voluntarismo y el espontaneísmo, asumiendo la construcción colectiva, distribuyendo
las tareas y rotando en las responsabilidades.
Los agrupados en este
movimiento construyen por medio de ejes de trabajo sus objetivos generales,
buscando la claridad hacia dónde quieren llegar y cómo podrán lograrlo
visualizando más allá de sus propias vidas, vinculándose con distintos sujetos
sociales. De esta manera han logrado avanzar en la construcción de poder
popular. Trabajan en torno a una idea general que apunta a la transformación
social. Por esto, entendiendo que el cambio no es inmediato y que los procesos
se desarrollarán entre varias generaciones, han asumido la constante necesidad
de formación, estudio y sobre todo la participación, pues de nada sirve
educarse si no hay un trabajo concreto que valide y retroalimente la teoría.
La definición de su
trabajo apunta hacia el mejoramiento de la calidad y condiciones de vida. Lo
fundamental es la coherencia, de manera que las prácticas del grupo no
contradigan sus principios ni sus objetivos. Por ello, es muy importante la
claridad que el movimiento es una herramienta para lograr objetivos de cambio
social, una herramienta por tanto para luchar, por lo cual deben dotarse
permanentemente de contenido político.
Un objetivo primordial es
la construcción de poder popular. Para esto la participación es lo fundamental,
ir al frente y ser protagonistas. Para esto se han organizado en ejes de
trabajo agrupados en: formación política, educación, vivienda, trabajo, salud,
mujeres, niños/jóvenes, prensa y trabajo de barrio.
El MTD 1º de Mayo trabaja en 5 barrios. La
organización interna es a través de asamblea barrial, mesa de delegados,
asambleas generales y plenarios. A
su vez, se enmarca dentro del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el cual
agrupa en su estructura a organizaciones territoriales de
desocupados, vecinos, jóvenes y trabajadores, aportando a la unidad de clase
desde la práctica en común con otros sectores. Esta organización surge como
una necesidad de articulación orgánica en un espacio común mayor. Posee un
plenario que opera regularmente, siendo éste una instancia resolutiva y de toma
de lineamientos políticos. Cada movimiento que lo conforma cuenta con delegados
de base y está abierto a todos quienes quieran asistir.
Esta organización lucha
por el trabajo genuino y digno, por la
unidad de trabajadores ocupados y desocupados, por la reducción de la jornada
laboral (para crear más puestos de trabajo) sin afectar el salario, por la libertad
y desprocesamiento de todos los luchadores populares, por salud, educación y servicios públicos para
todos, por la defensa de los recursos naturales.
En síntesis, este
movimiento, con sus lineamientos, prácticas nos reafirman que no es posible transformar
realmente las condiciones de vida de nuestra clase sin un profundo cambio
social, político y económico, porque no habrá igualdad ni libertad verdaderas
mientras sigan existiendo explotadores y explotados, y para ello es necesario
fundar nuevas estructuras de organización, participación, solidaridad y lucha.
La Mala
Publicado en el nº14 del periódico "Solidaridad"
No hay comentarios:
Publicar un comentario