jueves, 28 de febrero de 2013

Marcha por la verdad y la justicia para Juan Pablo Jiménez es duramente reprimida




Desde las 19:00 horas la Plaza de Armas de Santiago, se empezó a abarrotar de gente que tenía la intención de brindar un digno homenaje a Juan Pablo Jiménez, sindicalista y revolucionario, asesinado en su lugar de trabajo (Empresa Azeta, subcontratista de Chilectra) mediante un certero disparo en su cabeza, el jueves recién pasado. Organizaciones populares, estudiantiles, militantes sociales y representantes del “nuevo sindicalismo” clasista y combativo que comienza ha emerger en la escena nacional –y del cual Juan Pablo formaba parte-, comenzaron a marchar exigiendo verdad y justicia por la muerte del compañero, ya que nadie se traga la principal línea investigativa de la PDI, la cual afirma que “fue una bala loca” la que le quitó la vida.
  

La manifestación se dirigió hacia el sur por el Paseo Ahumada, luego giró a la izquierda por calle Agustinas. En las inmediaciones del Teatro Municipal de Santiago, las Fuerzas Especiales de Carabineros, intentaron en vano, romper la marcha, para lo cual utilizaron un carro lanzaaguas, uno lanzagases y además lanzaron varias bombas lacrimógenas. Sin embargo, los manifestantes se reagruparon con gran facilidad y reanudaron el camino hacia la Alameda por calle Mc Iver, lugar en donde ya se habían levantado varias barricadas para frenar el avance policial. En la Alameda con Santa Rosa se registraron duros combates con Carabineros, mientras se daba inicio a un pequeño mitin, en la sede de la CONSTRAMET, ubicada 1 calle más abajo. En el momento en que se encontraba dando un discurso un compañero del Sindicato de Azeta, las fuerzas policiales arremetieron con fuerza contra la gente que se encontraba en el lugar, quienes se vieron obligados a dispersarse por las callejuelas aledañas, en donde se produjeron pequeños y variados focos de conflicto que mantuvieron cortado el tránsito por la principal arteria capitalina de manera intermitente, hasta aproximadamente las 21:00 horas. Según informaciones preliminares se registraron 7 detenidos; 4 por desórdenes, 1 por daños y 2 por “oponerse a la acción de Carabineros de servicio”.


El mundo popular no puede estar ajeno ante esta gravísima situación. El cobarde asesinato de Juan Pablo, no puede ni debe quedar impune, tal y como acontece en diversos puntos de nuestra américa morena, en donde la eliminación física de dirigentes populares es cuestión cotidiana (como Colombia o México). Solamente de nosotros, el activo militante, que día a día construye un futuro más digno para nuestro pueblo en distintos frentes de lucha, depende que esto no ocurra. 



 








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