Tras la masiva marcha estudiantil realizada
ayer 8 de mayo (a la que asistieron más de 80.000 personas en Santiago), efectivos
policiales golpearon y subieron violentamente a un auto al estudiante César
Reyes, quien fue brutalmente torturado en un cuartel de investigaciones.
Pasadas las 16:00 horas, un grupo de cerca de
20 estudiantes caminaba hacia la Alameda para retirarse a sus casas tras la
jornada de paro nacional estudiantil. De improviso en la calle Cumming se
detiene un auto blanco (patente BRGG-95), del cual bajan dos hombres que
intentan subir a la fuerza a dos jóvenes estudiantes. La gente que transitaba
por la calle intervino y los individuos tuvieron que retirarse. No obstante,
nuevamente los agentes arremeten a unas cuadras de distancia, capturando a
César Reyes, estudiante secundario que cursa cuarto año medio en el Liceo
Barros Borgoño. Según la PDI, César habría sido detenido por estar cometiendo
un “delito en flagrancia”.
De inmediato sus compañeros dieron aviso de la
situación, sin embargo, recién a las 19:00 horas le permitieron a César realizar
una llamada; se encontraba secuestrado en el Cuartel de la Biro de la PDI. Los
padres se dirigieron hacia el lugar quedando terriblemente consternados ante su
estado físico; el joven vomitaba sangre y presentaba evidentes lesiones por
golpes en sus brazos, piernas, espalda y cuello. Además, César se encontraba
totalmente quebrado emocionalmente a causa de las torturas que recibió. El
compañero informó que luego de ser subido al automóvil fue encapuchado, posteriormente
desnudado, fotografiado, golpeado y amenazado en todo momento. Por si esto
fuera poco, la PDI logró entrar a su cuenta de facebook para revisarla, espiar
a sus cotactos, e incluso se dieron el lujo de postear insultos a quienes
entregaban muestras de apoyo a César.
Hoy jueves se realizó el Control de
Detención del compañero, el cual contó con el apoyo de más de 3000 estudiantes
que intentaron marchar hacia la fiscalía, pese a la intensa represión y a las
detenciones arbitrarias que se sucedieron como siempre. Al estudiante se le
intentó formalizar por “desordenes graves” y “agresión a personal policial”. Finalmente
las acusaciones fueron desestimadas y César quedó en libertad; además el juez
ordenó realizar una investigación para “esclarecer” esta detención ilegal y las
torturas que recibió el estudiante.
Esta situación no nos sorprende, sabemos que
cuando los de abajo se mueven, los de arriba no escatiman recursos en intentar frenar
su avance. No debemos quedarnos impávidos y paralizados por el miedo que los
que dominan nos quieren imponer. La lucha continúa y se fortalece por todo el
país, con la voluntad y la convicción de que solo tomando las calles que son
nuestras, del pueblo trabajador, seguiremos avanzando hacia las
transformaciones estructurales que nuestra clase necesita. Hoy, como siempre, la
Solidaridad de clase es primordial; apoyarnos entre nosotros se hace urgente y
vital, para poder hacer frente a ésta y otras muchas situaciones de brutalidad policial
que lamentablemente se están haciendo habituales.
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