Los movimientos de huelga y protesta, llevados en varias ciudades de Egipto, se multiplican actualmente por decenas de millares trabajadores y trabajadoras egipcios que prosiguen su lucha para la democracia, la justicia social y las libertades sindicales.
En Suez, en El Cairo, en Luxor, en Mahalla, en Menya, en Quesna... los trabajadores y trabajadoras protestan para apoyar la lucha para la democracia y para pedir el respeto de sus derechos sociales y sindicales. Numerosos sectores están afectados por la huelga,, en particular, la industria textil (Mahalla Spinning Company, Misr Spinning and Weaving Company), el cemento (Helwan Cement Company), el carbón (Helwan Coke Company), al turismo, las telecomunicaciones, e incluso la industria farmacéutica (Sigma à Quesna). Varias empresas vinculadas a la Compañía del Canal de Suez también están implicadas, sin que el tráfico marítimo haya sido afectado. Sectores públicos, como la educación y correos, también participan en este amplio movimiento.
Este movimiento se produce al mismo tiempo que la creación del comité constituyente de la Federación Independiente de Sindicatos de Egipto y de la presentación de una demanda por parte de CTUWS (centro de asesoramiento del movimiento sindical autónomo) contra Hussein Megawer, presidente del sindicato del poder, ETUF, para investigar el origen de su fortuna.
La Central general de trabajadores egipcios (EDUF) no es más que un aparato estatal de represión y control de los trabajadores en las empresas por parte del partido-estado (PND) de Moubarak.
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