La apuesta es valiente. En un momento en que los muertos que ha generado el eufemístico “combate a la delincuencia” -como lo llama el presunto presidente de México-, se contabilizan en cerca de cuarenta mil. Cuando en las aberraciones de nota roja que llaman “noticieros” , transmitidos en horario familiar por los monopolios infames que han secuestrado el derecho a la información de los infelices que llaman “amable teleauditorio” , un merolico horripilante anuncia el hallazgo de fosas con centenares de muertos sin siquiera pestañear; cuando el ejército ha ocupado las calles ilegalmente para combatir a un enemigo tan escurridizo como el Chapo Guzmán –fugado de un penal de alta seguridad apenas iniciada la dictadura de la derecha y enlistado en la revista Forbes como uno de los hombres más ricos del país-, unos necios convocan al 1er Congreso Anarquista en México.
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Me surgen un par de preguntas. Son básicamente dos, y gracias a los miembros del Colectivo Autónomo Magonista (que figura entre los convocantes) puedo darle respuestas.
A quien les parezca descabellada la idea, es precisamente éste contexto el que obliga a lanzar la iniciativa: “se sacó un documento hace un par de meses en donde se exponen justamente las circunstancias que nos llevaron a la creación de un Congreso Anarquista, fundamentalmente se hizo un análisis con relación al movimiento anarquista organizado en México y se llego a diferentes conclusiones”; el compañero que toma la palabra lo hace con la seguridad de quien expone lo obvio, “ la represión del estado Socialdemócrata” –en alianzas irracionales con la extrema derecha en las recientes elecciones estatales (como en Oaxaca), “y de la derecha, han venido recrudeciendo la represión en contra de los anarquistas organizados con pretexto de delincuencia o terrorismo, esa es una situación, es decir la represión básicamente es y ha ido en últimos tiempos acrecentándose contra el movimiento anarquista de manera muy importante en diferentes espacios en México”.
Y continua: “Creemos que es pertinente, e inminente, que a partir de una crisis estructural en México, forjemos una organización anarquista”, y explica, “Crisis estructural en el sentido de una crisis política, una crisis social a partir de un operativo militar en contra de la delincuencia organizada que nosotros vemos como que las élites políticas y económicas de este país han emprendido mas bien una guerra en contra de un fantasma que llaman delincuencia organizada y que en su inercia no es sino militarizar el país y generar condiciones de inversión capitalista y consolidación de estas élites”, y enfatiza, “me parece que atravesamos un punto, un momento trascendental”.
“Por otra parte se entiende que la izquierda en general en México ha tenido aires y desaires, iniciativas organizativas que han intentado permear en el inconciente del pueblo mexicano que no han logrado avanzar, una de ellas”, afirma, “habrá que decirlo abiertamente, es la Sexta Declaración de la Selva Lacandona” -todos los presenten asienten-, “en donde se llama a la Otra Campaña, la cual en la actualidad está, sino anulada, estancada”. En definitiva, el movimiento anarquista organizado en México hace una crítica sana que por tanto tiempo se contuvo en nombre de la autoridad moral del salmo de San Marcos que ha olvidado sus coqueteos con la izquierda que ahora repele, sus simpatías con oscuros personajes que terminaron funcionando como viles paramilitares. Sus silencios elocuentes y censuras injustificadas. El compa lo expone así: “las propuestas y los propósitos ya no se tienen en claro y digamos no se ha tenido una iniciativa concreta sobre cómo trabajar”.
“Por otra parte se tiene la izquierda tradicional que ha venido peleando bajo la Convención Nacional Democrática por poner a un gobierno que ha sido, según ellos usurpado”, el nombre de Andrés Manuel López Obrador , para los anarquistas mexicanos representa “una izquierda que no ha tenido ni tiene la referencias sustanciales (para generar) condiciones adecuadas de transformación de las condiciones de vida”, el vacío “de poder” como llaman los politólogos a las dictaduras en fase terminal, es evidente. “En este sentido nos planteamos que los anarquistas tienen que incidir en todo el campo social con nuestras propuestas, con nuestros planteamientos y pensamos que el Congreso es el espacio que se necesita y se requiere, en primer lugar para conocernos como anarquistas a nivel nacional, en segundo lugar plantear cómo la vemos y qué propuestas pueden ser las programáticas para empezar un movimiento anarquista organizado o como se pretenda”, y añade, “sobre todo tener solidaridad en los momentos que se requieran o tener un planteamiento político de transformación social, radical, según nuestras concepciones revolucionarias justamente, que hagamos saber en el Congreso”.
Pregunto, un tanto insegura, si todxs están de acuerdo en lo que se acaba de enunciar. Hay consenso. Otro compa interviene: “Creo importante mencionar que ha habido una respuesta importante, esperamos que el Congreso resulte bien, ha habido correos de compañeros del interior de la Republica que han asegurado que van a venir”, y enlista, “Oaxaca, Chiapas, Querétaro, Puebla… son pequeños colectivos pero lo importante es que nos encontremos en un Congreso de todo el país y esperemos que tenga los resultados que todxs en una expresión amplia, deseamos que resulte”.
Mi curiosidad, en esta tarde bizarra de primavera ecuatorial, ha quedado más que satisfecha. Mis esperanzas reavivadas. Una tormenta de verano se cierne prematuramente sobre nosotrxs. Mojémonos con sus aguas.
Brenda Aguilar
Anahuac, abril del 2011.
1.http://colectivoautonomomagonista.blogspot.com
2. http://www.anarkismo.net/article/18667
3.En el Distrito Federal, Oaxaca, Guadalajara, Veracruz, Tijuana. Para dar seguimiento a los casos, ver http://abajolosmuros.wordpress.com/
4. http://www.jornada.unam.mx/2010/10/24/index.php?section...n2pol
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Fuente: http://www.anarkismo.net/article/19373
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