
Marchas, lucha callejera, cortes de ruta, tomas y cacerolazos por todo el país:
La capital amaneció con muchas de sus arterias cortadas por piquetes de estudiantes, pobladores y trabajadores que levantaron barricadas, lanzaron panfletos, colgaron lienzos y encendieron fogatas. Desde la madrugada el flujo vehicular quedó suspendido en La Alameda, Vicuña Mackenna, Santa Rosa, Providencia, Recoleta, San Pablo y muchas otras grandes avenidas de la periferia y el centro de Santiago. La agitación social se podía sentir en el aire, más aún cuando el gobierno aseguraba que pondría de una vez por todas mano dura para frenar los paros y tomas que se prolongan ya por meses. Ninguna marcha fue autorizada por la Intendencia de Santiago y sin embargo, el pueblo no tuvo miedo y salió nuevamente de forma masiva a la calle.
La marcha convocada por la ACES (Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios) fijada a las 10:30 de la mañana en la Plaza Italia, ni siquiera logró agruparse, siendo cualquier núcleo de manifestantes disuelto violentamente por las fuerzas especiales de carabineros, que tenían virtualmente sitiado el centro de la capital (con más de 1000 efectivos solo en La Alameda). De ahí en adelante, el centro de convirtió en un campo de batalla; en cada esquina se reunían piquetes de manifestantes que cortaban el tránsito y gritaban consignas, los cuales eran gaseados, mojados y golpeados impunemente. Una y otra vez se reagrupaban las y los hijos del pueblo y le hacían frente a la represión. Así, transcurrió toda la mañana y gran parte de la tarde.
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Luego, a las 18:30 horas la convocatoria a marchar de la CONFECH y el Colegio de Profesores tampoco logró concretarse. La enorme masa de gente que comenzaba a reunirse en Plaza Italia, también fue reprimida con vehemencia. Pero, nuevamente la gente resistió y tomó una y otra vez La Alameda. Miles se tomaron la calle desde Plaza Italia hasta el frontis del palacio de gobierno, mientras en las calles aledañas también se producían escaramuzas.
Desde las 20:30 horas comenzaron los cacerolazos. En el centro y en las poblaciones de Santiago muchísima gente salió de sus casas e hicieron sonar sus ollas vacías, demostrando así su descontento frente a las políticas del gobierno y ante un sistema que ya no da más. Luego, ya entrada la noche, comenzaron en algunos puntos de la capital, los choques entre la juventud de los barrios pobres contras las fuerzas represivas que comenzaron a copar la periferia.
Marchas, lucha callejera, cortes de ruta, tomas y cacerolazos por todo el país:
En 12 ciudades se realizaron grandes movilizaciones, que debido a la provocación y prepotencia de la policía se transformaron en disturbios de gran envergadura (sobre todo en Concepción, Valparaíso y Santiago). Finalmente, al caer la noche, la jornada de protesta culminó con 874 personas detenidas a nivel nacional.
Los estudiantes y el movimiento social en general han rechazado categóricamente los 21 puntos propuestos por el gobierno el pasado 1 de agosto y continúan fuertemente organizados para seguir adelante la lucha. El documento emanado desde La Moneda titulado “Políticas y propuestas de acción para el desarrollo de la educación chilena”, no hace ninguna referencia a las principales demandas del estudiantado: el fin del lucro, la renacionalización del cobre como forma de financiamiento para la educación y la gratuidad en todos los niveles de ésta.
Compañer@s, no creo que los enfrentamientos sólo se den como respuesta a la represión ejercida por los pacos. Creo much@s de los que ayer fueron a dar cara a la calle no necesitan ser reprimid@s para enfrentarse a los pacos, que son vistos como el rostro visible de este sistema que nos violenta cada día, y que en el último tiempo han ejercido una violencia aun más explícita.
ResponderEliminarConsidero que no debe dejarse a l@s manifestantes como víctimas, eso es ser un poco ingenuo, tod@s sabemos cual es la función de los pacos y la forma en que actúan y como lo harán cuando las cosas suban de tono (esperar algo distinto sería confiar en la buena voluntad de nuestro enemigo). También sabemos que much@s de l@s que van a protestar no son blancas palomas, hay personas que han tomado conciencia de quienes son sus enemigos y no necesitan provocación explícita para pasar a la ofensiva, otros siente una rabia de la guata o muchos otros motivos que l@s lleven a tirar piedras, pintura, saquear, etc... estamos en un enfrentamiento cotidiano en el cual nuestro pueblo comienza a rearmarse para transformar esta realidad.
En qué se transformará?? hay que ver cómo somos capaces de extender el ideario libertario en nuestr@s herman@s.
Saludos