El pasado jueves 18 de agosto, se llevó a cabo el octavo paro nacional por la Educación. Hubo grandes movilizaciones en ciudades de todas las regiones; La Serena, Arica, Antofagasta, Valparaíso, Talca, Puerto Montt, Linares, Santiago, etc. En la capital la convocatoria agrupó a unas 100.000 personas, que a pesar de la lluvia y las bajas temperaturas marcharon desde La Plaza Los Héroes hacia el frontis de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, lugar en donde se realizó un acto. En Santiago no se registraron mayores incidentes durante la jornada de paro (hubo 6 detenidos), sin embargo en Valparaíso, funcionarios de la PDI, hicieron uso de escopetas antimotines, disparando perdigones a un grupo de manifestantes, argumentando que defendían su vida del ataque de los jóvenes.
Los estudiantes, profesores y apoderados, además de muchas otras organizaciones populares y sindicales que apoyan la movilización, han rechazado la nueva propuesta del gobierno, por considerar que no busca solucionar los problemas estructurales de fondo que han convertido a la educación en un bien de consumo más. En este sentido, el Ministro de la cartera de Educación, Felipe Bulnes, afirmó que es imposible “darle educación superior gratuita a todos los chilenos”.
A pesar de los intentos de la clase política por descomprimir el extenso conflicto –que lleva más de 3 meses-, el movimiento no piensa aflojar en sus demandas. La Confech ha fijado una nueva jornada de protesta social para los días 24 y 25, aprovechando el llamado a paro nacional realizado por la CUT: estudiantes y trabajadores, por primera vez en mucho tiempo, se encontrarán masivamente en la calle luchando por sus intereses.
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