En el “Manifiesto del partido comunista” Marx señala con justeza que “Las condiciones de producción y de cambio de la burguesía, el régimen burgués de la propiedad, la moderna sociedad burguesa, que ha sabido hacer brotar como por encanto tan fabulosos medios de producción y de transporte, recuerda al brujo impotente para dominar los espíritus subterráneos que conjuró”. Hoy, las imágenes de cientos de corredores de bolsa que ven incrédulos cómo el mundo se cae ante sus ojos, abrazados a los economistas que se agarran la cabeza sin poder comprender de donde viene esta debacle, ilustran a la perfección esta impotencia que resaltaba Marx. Desde la llamada crisis subprime los apologistas del capitalismo han fallado una y otra vez en dar cuenta de lo que ha venido sucediendo a sus espaldas, todas sus reuniones y planes de “rescate” han resultado impotentes ante el tamaño de las fuerzas liberadas y ya muchos se resignan a las consecuencias de este estrepitoso fracaso. Y es que actualmente atravesamos una de las peores crisis capitalistas de los últimos 70 años.
Desde la crisis de 1929 que el mundo capitalista no se sentía tan amenazado por esta pulsión interna gestada bajo los pies de aquellos que han liberado lo no son capaces de controlar y que se desarrolla como esta triste historia evolutiva que ya mencionaba Marx. A la actual debacle ecológica, la podredumbre cultural, y toda una serie de síntomas propios de un mundo agotado, se le suma las limitaciones objetivas del propio capital como modo de vida, es más, él aparece como la causa directa de toda esta podredumbre contemporánea.
En los actuales tiempos de crisis se abran las posibilidades de cambios radicales, por lo que se vuelve de la mayor relevancia el comprender o estar atentos a la situación internacional, no sólo para configurar el quehacer revolucionario en el mediano plazo, sino para ir teniendo claridad sobre el cómo se configurará el escenario de la lucha de clases a nivel internacional, única perspectiva que nos dará alguna idea aproximada de cómo profundizar las potencialidades revolucionarias que carga la realidad y de pasó poder crear un sujeto histórico capaz no sólo de dominar estas fuerzas liberadas, sino también de colocarlas a funcionar para la humanidad toda.
leer másEEU y la UE.
Hace un tiempo ya el el “Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó en un estudio de que 23 millones de personas más podrían quedar por bajo del umbral de la pobreza si la recesión se instala en los países avanzados y produce una desaceleración mundial de 1,3 y 1,6 puntos en el PIB mundial en 2011 y 2012” (15.12.2011). El camino hacia este terrible escenario está marcado por la enorme volatilidad de los mercados, que expresan las graves dificultades en que se hayan los motores de la economía capitalista. Según la Eurostat, “la producción industrial descendió en septiembre un 2 % en los países del euro y un 1,3 % en toda la UE respecto al mes anterior”, al mes siguiente volvió a disminuir un 0,2% (en el total de la UE) (DF. 14.12.2011),. Esto hace pensar a personeros del FED, como son Early Elias y Oscar Jorda que “el estado frágil de la economía de EEUU no resistiría fácilmente una turbulencia que venga del Atlántico. Un default de la deuda soberana europea bien podría hundir a EEUU de vuelta a la recesión” (DF. 15.12.2011).
Por su lado, la OCDE se mostró igual de pesimista al considerar que “el riesgo de suspensión de pagos por el nivel de las deudas soberanas puede amenazar con una gran depresión en los países de la zona del euro” (28.11.2011). Es así que los intentos del imperialismo francés y sobre todo alemán, por más que se esfuercen, no logran dar “orden” a algo que se ha desarrollado a espalda de sus responsables, obedeciendo a la lógica interna del capital, lo que sobrepasa la capacidad real de intervención de los gobiernos y cualquier fondo de rescate. Una muestra de tantas es la caída de las bolsas, a pesar del compromiso por inyectar 150 mil millones de euros al FMI (DF, 20.12.2011). Los nuevos intentos de disciplina fiscal y demás medidas administrativas no son suficientes Al contrario, parece ser que única medida sostenible y razonable es el someter y obligar a las clase trabajadora a salvar a como de lugar al capitalismo europeo. La expresión más preocupante de aquello, a demás de las muchas medidas de “austeridad” fue el golpe en la mesa a Grecia, cuando las potencias se enteraron de su insinuación democrática que llevo a Papandreus a dejar el poder, colocando a toda la clase dominante europea expresada en un tecnócrata neoliberal como Papadopulos. Este virtual golpe de estado es la mejor muestra de como cae la careta democrática cada vez que el capital necesita reafirmar y continuar su existencia. Al mismo tiempo, es un indicio hasta donde están dispuestos a llegar los capitalistas europeos por salvar su situación y la importancia de los factores políticos en el desarrollo de las contradicciones capitalistas. Esto se agrava si pensamos que la única salida posible para la actual crisis capitalista (crisis de sobre-poducción y no “puramente” financiera) sólo puede ser la destrucción a gran escala de capital. Este mismo problema fue uno de los motivos de la II guerra mundial, la que a su vez fue la responsable del boom de pot-guerra, el cual, llevado al agotamiento por medio de su lógica interna, tuvo que optar por una guerra abierta contra la clase obrera organizada y en asenso, para luego dar paso a las profundas reformas noliberales de los 80s y 90s, que son las que hoy, como efecto de radicalización de la misma lógica del capital, nos tiene donde estamos. De ahí se deriva que no es culpa de a pura especulación financiera, sino una deficiencia in-triseca del capitalismo para reproducirse, si no es de forma violenta y agresiva. No es la irresponsabilidad de los CEO de las bancos, sino el propio desarrollo de la lógica de acumulación capitalista, por lo que aparece la pregunta de fondo ¿existe realmente una alternativa capitalista a la crisis, una que no implique la destrucción masiva de capital y todo lo que ello conlleva? En otras palabras ¿es el capitalismo reformable? y si no ¿que implica que amplios sectores de izquierda estén llevando a las masas por los causes ilusorios de la reforma? Y finalmente, ¿qué clase de política revolucionaria se necesita para salir victoriosos de esta crisis y no sobrevivir bajo la rueda del capital? .
La situación chilena
Mientras, en Chile, observamos como los vientos turbulentos del mundo nos bambolean. A pesar del optimismo de algunos, la economía chilena ya muestra señales de desaceleración. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la producción industrial de octubre anotó un -0,8%, al mismo tiempo la variación mensual de del imacec fue de –0,64 y el cobre no logra retomar su precio ilustre por sobre los 4 dolares. El último Informe de Política Monetaria del Banco Central muestra cifras bastante optimistas -por decir lo menos- pero no parecen coincidir con la realidad del capitalismo mundial. Las probabilidades de que la crisis golpee a Chile en un rango mayor que lo esperado es lo más probable dada la situación, no sólo de EE.UU. y la UE, sino de China y demás países emergentes. Los países dependiente en extremo como el chileno no puede sino pescar pulmonía cada vez que los gigantes estornudan. Vale la pena mencionar que las simples cifra de crecimiento son un gran voladero de luces que se hacen pasar como desarrollo. Quizás el mejor indicador de lo anterior es la enorme cifra de desempleo registrada por Fundación Sol, la que arroja un 12,5%, cifras que han variado poco desde la crisis económica de 1999. Según Marcos Kremerman, director de la entidad, la desaceleración de la eocnomía mundial afecta, sobre todo “el comercio [...], algo en la industria y en agricultura. Esos son los sectores donde vemos problemas. En el fondo, es el sector servicios, que es el entramado principal de la economía chilena que, como nunca logró industrializarse fue generando empleos terciarios que tampoco tienen un nivel tecnológico. Va creciendo con empleos de baja protección social, sin sindicalización ni negociación colectiva, por eso es muy complicado saber que sucederá con estos empleos en el momento en que se enfrente una crisis. Probablemente, se mantendrían en la informalidad, haciéndose más precarios, o simplemente desaparecerán” (La Nación, 21.12.2011).
Todas estas son señales de que Chile no puede estar ajeno a los vaivenes del mundo desarrollado, y que llevan a pensar -en el mejor de los casos- un 2012 con un crecimiento más moderado de lo que se esperaba. Sin embargo, hay muchos que aún son bastante optimistas respecto de la economía chilena y celebran su dependencia de China, esperando algún tipo de desacople de la crisis que se aproxima en la UE y los EEUU.
China, sus alarmantes señales.
Sin embargo, el mito de los BRICS se cae de apoco. Brasil ya había anunciado su tercer recorte a la tasa de interés, dando una clara señal de que “la crisis se está acercando a casa, con la producción industrial contrayéndose y los préstamos empezando a caer en picada. La cifra del Producto Interno Bruto del tercer trimestre, que se conocerá el martes, podría indicar una leve contracción” (América Economía, 1.12.2011). anunció su crecimiento nulo en relación a los tres meses anteriores y el escueto 2,1% respecto del mismo mes el 2010. Las expectativas de crecimiento para fin de año son de un 3,8%, muy bajo si vemos que el 2010 Brasil creció un 7,5%.
Pero más importante aún resultan las cifras que han salido desde China. En los últimos meses la producción industrial china cayo a su peor cifra en 32 meses, cayendo a 49 puntos en noviembre, desde los 50,4 de octubre “ sugiriendo que la actividad entre los grandes fabricantes se contrajo en noviembre por primera vez en casi tres años, o desde la crisis financiera mundial” (América economía, 1.12.2011) Así también, “las ganancias de las empresas estatales chinas cayeron en octubre respecto a septiembre, lo que representa la cuarta bajada intermensual consecutiva, según datos del Ministerio de Finanzas chino difundidos por la agencia oficial Xinhua” (DF, 18.11.2011). Otro dato importante es la caída de la inversión extranjera directa por primera vez en 28 meses, afectado por la baja de las inversiones de los EEUU. Al mismo tiempo, ya en octubre se detecto la primera salida neta de capitales en 4 años (DF, 16.12.2011). Pero no sólo el sector industrial muestra dificultades, sino que el sector financiero también. El FMI realizó un test de esfuerzo a los 17 bancos que representa el 83% del sistema bancario comercial de China, el que entrego indices preocupantes de su capacidad de respuesta (DF. 16.11.2011). Al mismo tiempo, debemos agregar la posible burbuja inmobiliaria que se ha empezado a detectar en China. Financial Times ha dicho ya que "El sector inmobiliario chino, que hasta hace poco era muy atractivo para los inversores, se ha convertido en un espectáculo de terror... cuyos efectos se sentirán en el mundo entero". El mejor ejemplo de eso es la ciudad de Ordos que es prácticamente un pueblo fantasma. Según diversas fuentes, al cantidad de departamentos vacíos en China va desde los 64 a los 200 millones, lo que implica la burbuja inmobiliaria de EEUU y España juntas. Según el economista mexicano Jorge Suárez, China va rápidamente a una crisis de sobre-producción, dada una intensiva producción de bienes “fantasmas” que sólo existen como medio de valorización del capital, al punto de llegar a existir casi independientemente de su uso, como lo son los trenes de alta velocidad (según The Economist, se espera tener unos 30 mil kilómetros de linea férrea para el 2013, lo que implica el proyecto vial más grande del mundo), los aeropuertos y las carreteras infinitas. Todos estos frutos del progreso chino no se pueden llenar, no al menos por la gran mayoría trabajadora de china. Pero como si esto no bastara, según Gordon G. Chang, la versión oficial de la deuda china alcanza un 17% del PIB a fines del año pasado, pero según una consultora, la deuda actual del país sería del 89%, aunque hay analistas que llegan a estimar un 160%, lo que hace de la deuda china una peor que la griega (The Daily Beast, 23.08.2011).
La respuesta de los trabajadores
A los duros datos económicos, se le suman las diversas movilizaciones de la clase obrera. En China, durante el mes de noviembre, miles de trabajadores han ido a la huelga en el sur por mejores salarios (fuertemente golpeados por la alta inflación) y mejores condiciones laborales. Más de 1.000 trabajadores en la empresa taiwanesa Jingyuan Computer, que fabrica componentes para Apple, LG e IBM en Shenzhen (provincia sureña de Guangdong) se movilizaron cortando carreteras, resistiéndose a trabajar horas extras y que suman al menos unas 120 horas al mes. También unos 7.000 empleados de la también taiwanesa Yue Cheng (empresa de calzado) fueron a la huelga por los recortes salariales. En Hong Kong, unos 200 trabajadores de una fabrica de lencería se movilizaron por los bajos salarios y las absurdas metas de producción fijada. Este clima de movilizaciones es la continuación de las huelgas vividas el 2010, las que fueron aún mayores y con mejores éxitos. En un país donde las organizaciones autónomas de la clase obrera no existen, estos avances son extremadamente significativos. Actualmente, unos 1.000 trabajadores en aHi-Intenational factory, en Shanghai, se mantiene movilizados por el posible traslado de la planta a Suzhou, ubicado a unos 111 kilometros de Shanghai. Como bien señala la gente de China Labor Watch, “para poder bajar los costos y maximizar las ganancias, varias empresas manufactureras extranjeras se han movido ya fuera de Shanghai a causa de la baja de la demanda desde el extranjero, el incremento de la renta, los insumos y el trabajo”. Pero no sólo en las fábricas el pueblo chino se moviliza. En la localidad pesquera de Wukan, en la provincia sureña de Cantón, sus 20 mil habitantes se rebelaron contra el régimen en protesta por la expropiación de tierras y la corrupción. “El conflicto gira en torno a un terreno de 33 hectáreas cedido en 1997 a un hombre de negocios de Hong Kong para una granja de cerdos y que este año se revendió a una empresa sin el consentimiento de los vecinos. Estos también reclaman no haber recibido compensación por la cesión de esa tierra.” En el marco de las protestas Xue Jinbo, un carnicero de 42 años fue muerto, lo que elevo el grado de conflictividad. Los habitantes de Wukan expulsaron a la burocracia del pueblo y cerraron los accesos a la localidad. A esto, la autoridades aseguraron que los campesinos tendrán compensación. Pero en la misma provincia, los Habitantes de Haimen protestan contra una central térmica de carbón, por los evidentes daños a la salud. (La Tercera, 22.12.2011). Todo lo anterior se enmarca en una gran escalada de conflictos que han hecho aumentar los conflictos sociales de 87.000 en el 2005 a 180 mil al 2010.
Todos estos aspectos nos muestran lo vertiginoso que ha sido el crecimiento chino y cómo, tarde o temprano, sus contradicciones salen a la luz, de cómo la lucha de clases es intrínseca a “los éxitos” del capitalismo. Obviamente el camino de lucha de los trabajadores chinos es uno muy empinado, pero nadie puede negar la importancia que tiene este movimiento para el resto de la clase obrera mundial. Todo esto nos debe llevar a ser, al menos, escépticos sobre la capacidad de China de sobrellevar la próxima crisis.
Por otro lado, en Inglaterra fuimos testigos de la huelga más grande en el llamado “país sin huelgas”. Desde el gobierno de Margaret Thatcher -quien se enfrento con fiereza a la resistencia anti-neoliberal de la clase obrera inglesa- que no se venía huelgas de dicha magnitud (unos dos millones de trabajadores). “El motivo de la protesta: la reforma del sistema de pensiones que les obligará a aumentar sus contribuciones y a posponer la edad de jubilación a los 67 años.” (BBC, 30.11.2011).
Mientras, en el medio oriente las movilizaciones continúan. En Egipto las protestas retoman fuerza ante el incumplimiento de la junta militar por dejar el poder, la cual ha respondido con la misma brutalidad que el gobierno de Mubarak. En Marruecos, la corriente islamista ha roto con las protestas dirigidas por el Movimiento 20 de febrero, que ya lleva 10 meses liderando las protestas, expresión de que el movimiento popular del medio oriente es mucho más de lo que a varios occidentales les gustaría suponer (El país, 19.12.2011).
A un nivel local, en Chile el panorama se ve bastante tormentoso. Ante los últimos acontecimientos protagonizados por el movimiento estudiantil y que expresan los primeros aspectos de una significativa crisis de hegemonía, la clase dominante se ha mostrado bastante inflexible. Ya Constans, hablando sobre una posible reforma tributaria indicó que “nosotros no estamos negados a conversar sobre el tema, pero el foco hay que ponerlo en el crecimiento (...) La situación internacional no hay que olvidarla, es una situación difícil pero no es una razón para no discutir el tema”. Es probable que esta aparente apertura a tratar temas que sólo apuntan a una mejor distribución del ingreso desaparezca en un escenario económicamente complejo, siguiendo en la linea que de hecho se ha sostenido durante los últimos 30 años: la más férrea ortodoxia neo-liberal. Este escenario no puede sino abrir la posibilidad a combates más directos y fuertes entre las clases, pero todo dependerá de la capacidad política de los trabajadores de darse cuerpo en organizaciones de combate adecuadas, las cuales están completamente ausentes, dejando a los trabajadores expuestos a las medidas que la burguesía de seguro tomará en una situación económica más adversa. Como decía Trotsky, “los efectos políticos de una crisis (no sólo la extensión de su influencia sino también su dirección) están determinados por el conjunto de la situación política existente y por aquellos acontecimientos que preceden y acompañan la crisis, especialmente las batallas, los éxitos o fracasos de la propia clase trabajadora, anteriores a la crisis. Bajo un conjunto de condiciones la crisis puede dar un poderoso impulso a la actividad revolucionaria de las masas trabajadoras; bajo un conjunto distinto de circunstancias puede paralizar completamente la ofensiva del proletariado y, en caso de que la crisis dure demasiado y los trabajadores sufran demasiadas pérdidas, podría debilitar extremadamente, no sólo el potencial ofensivo sino también el defensivo de la clase” (Flujos y Reflujos, 25.12.1921). De ahí qe la actual orfandad orgánica, expresa en las reuniones sostenidas por la CUT y la CPC con el objetivo de llegar “a un acuerdo” que presentaran al gobierno, son un mal antecedente. Martínez, después de aparecer junto a los estudiantes en representación de lo más recalcitrantemente burocratizado del sindicalismo, no duda en sentarse en la falta de los empresarios, intercambiando gobernabilidad por migajas. Al carecer los trabajadores de toda dirección revolucionaria, los combates futuros serán mucho más difíciles de sobre llevar. El desafío es grande, la situación mundial es inédita y las salidas para esta esta deben estar a la altura de los desafíos que nos presenta un capitalismo que va directo a la ruina y amenaza con arrastrar a toda la humanidad con él.
Vladimir Benoit.
Diciembre 2011.
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