Durante la mañana del jueves 23 de Junio, alrededor de 25000 personas, entre estudiantes secundarios, universitarios y diversas organizaciones de trabajadores, llevaron a cabo una multitudinaria marcha por las calles del centro de Santiago para insistir en las demandas del movimiento estudiantil en lucha. Las movilizaciones ocurren en el marco de una reunión entre los dirigentes de los estudiantes y el Ministro de Educación, Joaquín Lavín. La manifestación fue convocada por la Agrupación Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y la Federación Metropolitana de Estudiantes Secundarios (FEMES) que demandan, entre otras medidas, estatizar los colegios municipales, adjudicar mayores recursos para la educación (renacionalización del cobre), el mejoramiento de la infraestructura de los recintos educacionales (muchos de ellos aún dañados por el terremoto de Febrero de 2010), la elevación del nivel de los liceos técnico profesionales y la ampliación en el uso de la Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE) a los 365 días del año. Como era de esperar, la fuerza policial desvía la marcha por calles alternativas, no dejando a los manifestantes marchar por la calle principal de la capital. Luego, con la excesiva fuerza y abuso que los caracterizan, hacen uso indiscriminado de gases lacrimógenos, perros, caballos y carros lanzaaguas. Los manifestantes, en uso de su legítima defensa y demostrando gran descontento frente a las nulas respuestas de las autoridades ante sus demandas, proceden a levantar barricadas, hacer cortes de calles en diversas esquinas de Santiago y se enfrentan con la fuerza policíaca. Los principales puntos de enfrentamientos fueron por el sector de la Alameda, en las calles San Martín, Manuel Rodríguez y el frontis de la Universidad de Santiago. Los enfrentamientos callejeros duran más de 6 horas, dejando un total de 107 detenidos y 9 carabineros heridos, uno de ellos herido por perdigones.
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Como ya se mencionó, el ministro de Educación se reunió con los dirigentes estudiantiles durante el transcurso de las movilizaciones. La autoridad educativa entregó supuestas alternativas, en las que se incluye, incluso, la posibilidad de inyectar recursos a los colegios. El ministro, además, entregó una respuesta a la carta-petitorio que habían entregado los estudiantes agrupados en las organizaciones secundarias ya mencionadas, pero obviamente no da respuestas concretas a todas las demandas de los escolares.
Uno de los primeros puntos que se mencionan en la respuesta de Lavín se refiere a las alternativas de la municipalización, donde se ofrece presentar un proyecto antes del 30 de Septiembre. Pero atención: esto no significa el final del modelo educativo actual. Respecto a la TNE, el Gobierno señaló que “estudiará” la posibilidad de dejarla gratis para todos los días del año, pero de manera “responsable”, señaló. Se proponen fijar plazos concretos para la reconstrucción de colegios con una inyección de dinero. Además, la respuesta de las autoridades tomaría medidas en el caso de la educación técnica-profesional, la que siempre ha tenido varios temas por abordar, como las condiciones en que se realizan las prácticas profesionales, el equipamiento, la vinculación con actividades productivas y las carreras que se imparten.
Sin embargo, las propuestas del ministro no dejaron del todo conformes a los representantes de las diversas organizaciones estudiantiles, quienes señalaron que analizarían los distintos aspectos junto al alumnado para luego tomar una decisión, no obstante, descartaron poner término a las movilizaciones.
Por otra parte, se gesta un escenario quizá peor que las nulas respuestas de las autoridades…Mientras Joaquín Lavín ya no encuentra qué mensaje mandar por la prensa “oficial” con tal de contener el paulatino crecimiento de las movilizaciones estudiantiles, los supuestos “dirigentes” y “representantes” de las masas de la Confech, la CUT y el Colegio de Profesores (en las que el Partido Comunista y el Partido Socialista son, lamentablemente, hegemonía) insisten en generar una “mesa de diálogo”, misma instancia que llevó al decaimiento de la lucha estudiantil durante el año 2006 y que resultó en cosméticas reformas que nada cambiaron el modelo mercantil y de lucro que tiene la educación chilena. Además, los mismos reaccionarios de siempre, con descaro hacen sus jugadas bajo la mesa: Don Juan Urra, encargado nacional universitario de las Juventudes Comunistas y ex Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, fue llamado por el gobierno de Sebastián Piñera para que se encargara de constituir urgentemente una mesa de trabajo con universitarios, secundarios y representantes del Ministerio de Educación (fuente: diario “La Tercera”, 19 de Junio de 2011). Supuestamente se vinculó a Juan Urra para acercar posiciones con la presidenta de la Fech, Camila Vallejos (también de las Juventudes Comunistas), y desde ahí dar inicio al negociado en que el Partido Comunista buscará, como siempre, obtener algunos beneficios para la nueva batalla electoral que se avecina. Una muestra más de la línea política que caracterizan a este tipo de organizaciones: oportunismo, matonaje (como la agresión que sufrieron los estudiantes de base de la Universidad ARCIS de mano de militantes de las Juventudes Comunistas, los que querían impedir a toda costa la toma de dicho establecimiento) y un gesto de traición a las bases estudiantiles.
Dos adversos escenarios. Pero no hay que desesperarse. No hay que resignarse frente al rechazo del Gobierno y las malas intenciones de las actuales direcciones del movimiento estudiantil. Son las bases, las asambleas que se levantan en colegios, institutos de formación técnica y universidades las que deciden. La verdadera lucha, las verdaderas decisiones, la verdadera protesta, el verdadero cambio está en las bases, organizadas con autonomía y horizontalidad. Las actuales direcciones (Confech, CUT y Colegio de Profesores) se sostienen con la fuerza de las movilizaciones callejeras, donde nosotras y nosotros estamos, y ello sobrepasa las intenciones de cualquier oportunista partido político. Que esos dirigentes sigan aún a la cabeza no es razón de que sean, realmente, los que lleven la movilización: simplemente no hay nadie más, y no tiene que haber nadie más que el mismo movimiento estudiantil auto-organizado en lucha. Hay que dar por hecho que una gran mayoría de los estudiantes muestran un desacuerdo general a las dirigencias políticas, las autoridades y los partidos políticos, claro que esto es, por decirlo así, mera “intuición”. La tarea, entonces, para todos los que luchan está en generar un espacio alternativo que reúna a todas y todos los que tienen este mismo “sentir”, espacio que genere y plantee las reales contracciones que sufre la educación por parte de un sistema económico capitalista, que lo único que hace es llenar los bolsillos de los burgueses y entregar eternas deudas a los estudiantes.
Hay que apuntar a que esta gran fuerza social vaya dando paso a formas nuevas de organización y de auto-conducción. Hay que apuntar a que ésta abandone la vieja estructura de organización vertical. He ahí uno de los roles fundamentales de los sectores de intención revolucionaria: profundizar propuestas para generar alternativas de poder, de poder popular y de base. Estas propuestas no sólo deben dar salida a los puntos expuestos del petitorio estudiantil, sino también deben generar poder por parte de los estudiantes, poder que se traduce en cambios que atraviesan la educación y su crisis, cambios que develarán al único culpable de estas contradicciones: el capitalismo y la clase dominante. No hacer esto significa una lucha meramente gremialista, una lucha que se sostiene sólo en base a petitorios, una lucha que sólo responde a las leyes y los aparatos de Estado. También la tarea es generar canales de integración de otras luchas, como la de los trabajadores, los pobladores, entre otros actores sociales.
No dejemos que ni los dirigentes, ni los partidos, los cuales buscan salidas a través del Estado y sus reformas, nos marquen la pauta. Somos nosotras y nosotros, estudiantes, profesores y funcionarios de la educación, los que desarrollamos las alternativas de poder. Así que la tarea está ya propuesta…Es en la calle, en el calor de la lucha, donde se disputan e imponen las decisiones por la educación.
¡Educación gratuita y de calidad! ¡Ahora!
¡A seguir con la lucha estudiantil, desde las bases, con autonomía y horizontalidad!
¡Arriba las y los que luchan!
Juan Néstor
es confusa la salida propuesta compañero, hay que hacerse cargo del hecho que el tema hoy pasa por reformas, como comunistas libertarios debemos asumir esta realidad y poner en su sitio cada cosa, entre ellas asignar al ambito de las reformas una posicion en el esquema general de acumulacion de fuerzas, no podemos reeditar errores historicos apelando solo al principismo, cuidado con eso..
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