Luego de que se quebrara la mesa de diálogo el día miércoles, debido a que el Gobierno continuara con su intransigencia en el tema de la gratuidad, el movimiento citó a una nueva marcha en Plaza Italia a las 10:00 de la mañana del jueves. El trazado que pretendía llegar al frontis del Ministerio de Educación, no fue autorizado por la Intendencia, lo cual no fue motivo para que se suspendiera la convocatoria. En medio de un conflicto que ya se extiende por más de 5 meses, el gobierno se encuentra promoviendo un proyecto de ley que busca castigos ejemplificadores para quienes se vean involucrados en hechos de violencia en marchas y protestas, cubran sus rostros, realicen cortes de ruta e incluso se tomen inmuebles fiscales o privados. Inspirados en leyes aplicadas ya en EEUU e Inglaterra `para frenar disturbios, el Gobierno busca condenar de 365 días a 3 años de prisión a los manifestantes que realicen estas acciones, cuestión que no ha hecho más que lanzar más leña al fuego al agitadísimo contexto social. Con este polarizado panorama, las y los estudiantes salieron a la calle de todas maneras, esperando poder avanzar por La Alameda como ya había ocurrido en otras ocasiones.
La movilización empezó a tomar forma pasadas las 10:00 horas en Plaza Italia, cuando centenares de estudiantes, profesores, organizaciones populares; todas y todos los que apoyan la lucha por una educación gratuita y digna para el pueblo, comenzaron a reunirse para marchar. Plaza Italia, Parque Bustamante, Providencia, Alameda y todas las calles aledañas se encontraban repletas de policías dispuestos a reprimir a diestra y siniestra. Apenas la columna tocó la calle, Carabineros comenzó a disolver la multitud violentamente, lo que derivó obviamente en la respuesta de los manifestantes, quienes se tomaron por cerca de 4 horas muchas calles del centro de Santiago. La autodefensa y las barricadas se centraron principalmente en las calles que rodean a Liceos y Universidades tomadas. En medio de los disturbios, un local de Chilectra fue saqueado y apedreado, 25 policías resultaron con lesiones de diversa consideración y 138 personas detenidas. Después de culminar la protesta, salieron a la luz varias muestras de abuso policial, que aunque resulte irrisorio afectaron incluso a funcionarios de la prensa burguesa. La situación no fue muy distinta en las otras grandes ciudades, destacando lo ocurrido en Talca, Valparaíso y Concepción, en donde se realizaron grandes marchas y se registraron enfrentamientos. Por la noche, a lo largo del país, se llevaron a cabo, como ya es costumbre, diversas muestras de repudio a la educación de mercado: caceroleos, velatones, marchas, barricadas, etc.
El conflicto se encuentra lejos de culminar y hasta ahora no se puede ver con claridad una salida en el horizonte. La convicción y la fuerza de las bases del movimiento aún no flaquean, a pesar de las intenciones de algunas fracciones ligadas al reformismo y a la Concertación de cerrar “el proceso” por arriba cuanto antes.
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