jueves, 5 de julio de 2012

Y arriba quemando el sol


El pueblo de Calama se organiza para dar la pelea

Durante las últimas semanas, la ciudad nortina de Calama, se ha volcado  a las calles, en rechazo a la propuesta del gobierno para el desarrollo en las ciudades nortinas, denominado Fondo de Desarrollo del Norte (Fondenor), el cual consideran insuficiente y que no cumpliría con la demanda real de las ciudades mineras del país.


¿Qué es el FONDENOR?

Esta propuesta contemplaría la entrega de 225 millones de dólares, a 40 comunas mineras del país, los cuales serían repartidos entre los años 2013 y 2015. Este monto significaría un máximo de 1.400 millones de pesos al año para cada comuna, lo que parece ser una broma de mal gusto para las y los habitantes del norte, ya que solo durante el año 2011 la ciudad de Calama (por ejemplo), produjo para el presupuesto nacional casi 4 mil millones de dólares de utilidades y en los últimos cinco años han  generado más de 15 mil millones.

Este Proyecto de Ley que actualmente se encuentra en el Congreso, pretende “saldar la deuda con las comunas mineras del norte del país”. Pero cuando vemos que el dinero que se destinará para el norte no alcanza a ser siquiera el 20% de lo que esta zona contribuye al país, nos damos cuenta que esto solo ayuda a agrandar la deuda que tienen los gobiernos históricamente con la zona.

¿Qué quieren las y los calameños?

La ciudad de Calama se encuentra en una de las zonas más fértiles para la extracción del metal rojo, por lo que podría pensarse que las condiciones de vida de los habitantes del lugar son adecuadas al menos para el diario vivir, mas no es así. En Calama se puede observar con solo caminar por sus calles, una profunda tristeza, una sensación de olvido que se mezcla con la sequedad y el calor, el aislamiento y la pobreza.

Calama ha sido la ciudad más movilizada con respecto al tema y al igual que en Aysén se han organizado para salir a las calles en asambleas bastante amplias que agrupan a distintos sectores de la sociedad (desde “autoridades”, hasta trabajadores).

 El petitorio de la asamblea de Calama contempla al menos 5 demandas  básicas:

-Indemnización de 400 millones de dólares por el traslado de Chuquicamata a la ciudad.
-Una Universidad “estatal” para la ciudad.
-El 5% de las utilidades del cobre para invertir en la ciudad.
-La real participación de la comunidad en las decisiones que se toman con respecto a las ganancias del cobre y sobre lo que tiene que ver con el impacto medioambiental.
-Real descentralización.

Estas son las demandas que las y los habitantes de la ciudad han levantado como respuesta  a las migajas que quiere entregarles el gobierno. Sin embargo, sabemos también que cuando se levantan este tipo de organizaciones, con un carácter tan amplio que incluye a la clase política y a otros sectores que no responden a los intereses de clase de los trabajadores, el destino parece estar sellado de antemano, en beneficio de la minoría más privilegiada.

Pero esto recién comienza y no todo está dicho en la ciudad minera. Si el pueblo trabajador es capaz de instalar la defensa de los intereses de las comunidades más empobrecidas por el saqueo de los grandes conglomerados que están metidos en el negocio minero y el Estado, quizás el desenlace de esta lucha sea favorable a la mayoría de la población que copará nuevamente las calles bajo el sol y en medio de la roja tierra del norte.

María Bueno


Publicado en el nº12 del periódico "Solidaridad"

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