jueves, 16 de agosto de 2012

PRONUNCIAMIENTO LIBERTARIO, Sobre la creciente ola de represión en el Perú y el papel de los anarquistas


1.- El Estado peruano, bajo la actual administración del gobierno de Ollanta Humala no sólo viene desarrollando sino profundizando una política económica neoliberal, que pretende enmascarar la explotación contra la clase trabajadora y la opresión de los sectores marginados, bajo el disfraz asistencialista y populista de la denominada “inclusión social”, que sólo significa mayor saqueo capitalista, más pobreza, más despidos arbitrarios, más represión y más masacres. Es decir, este gobierno ha mostrado su verdadero rostro de continuismo económico y política reaccionaria. Reiteramos nuestra posición que el gobierno nacionalista de Humala jamás tuvo un giro a la derecha, pues siempre estuvo dentro de ese marco, y que se enrumba hacia una posición mucho más cruda y violenta contra el pueblo organizado.
2.- Frente a ello, los explotados y oprimidos, es decir, el pueblo mismo, viene librando duras batallas contra el Estado y el Capitalismo aquí y ahora. La organización popular sigue siendo una hazaña en medio de la total impunidad capitalista para ejercer la represión y el despido como armas para desintegrarla. La respuesta popular en diversas luchas sociales ha empezado a desbordar las dirigencias reformistas y burocráticas, y de a pocos se avanza en el ejercicio de la Acción Directa y la Auto-organización, para arrancar conquistas a los gobiernos de turno o al menos generar dinámicas de ruptura con el poder político establecido. Además, tras la resistencia campesina y nativa contra el arrasamiento de sus comunidades (etnias amazónicas y comunidades andinas), de su medio ambiente y recursos naturales, y la expropiación impune de sus tierras, está implícita la lucha contra el capitalismo transnacional.
3.- Actualmente el clima social que se vive en Perú está dentro de una política generalizada de conflictos sociales y socio-ambientales: Tambogrande (2002), Quilish (2004), Conga (2006), Majaz (2007), Puno (2011), Tía María, (2011). Así como la ola intensa de privatizaciones de servicios públicos básicos y de reacomodos de los sectores políticos afines al gobierno. Los sectores populares (trabajadores, desempleados, estudiantes, pobladores, campesinos, indígenas, etc.) cada vez son más conscientes de lo crítico de la realidad actual y se van gestando nuevas formas de respuesta social. Es claro el clima de continuismo del modelo económico neoliberal y de la evidente sumisión al Imperialismo a través de la firma de tratados de libre comercio que perjudican a los productores locales y beneficia al gran capital.
En el plano laboral, siguen vigentes los despidos masivos que se dieron durante la dictadura cívico-militar de Alberto Fujimori en los años 90. Durante esos años el sindicalismo fue destrozado y arrinconado hacia espacios entrampados y débiles. Hoy el sindicalismo oficial (CGTP, CUT, CTP) es altamente reformista, burocrático y pro-patronal, y los partidos de “izquierdas” (comunistas, socialistas, etc.) están enmarcados en una lógica de sectarismo, divisionismo, afanes electorales, traiciones deliberadas y conciliaciones con los gobiernos de turno. La ultra-derecha ha ganado cierto terreno en los sectores marginales frente a una “izquierda” que no logra recomponerse de experiencias caudillistas pasadas, viendo solo al parlamentarismo como única salida, lo cual ya ha mostrado históricamente su fracaso.
4.- Por otro lado, sigue vigente el Decreto Legislativo 1095, que despenaliza los asesinatos cometidos por la Policía peruana contra los manifestantes en las protestas populares. Los dirigentes del Partido Nacionalista (ayer oposición y hoy en el poder) jamás cumplieron su promesa de derogar dicha norma. Con esa garantía, el gobierno actual responde las protestas y movilizaciones más contundentes, con balas y muerte. Hasta la fecha se sabe oficialmente de 17 luchadores sociales asesinados por balas disparadas por efectivos de la Policía Nacional (extraoficialmente se conoce que la cifra podría ser mayor por la permanente desinformación y persecución contra la prensa alternativa en regiones del interior del país), sin embargo hasta ahora ningún responsable por estas masacres.
Asimismo, señalamos que la inminente liberación de integrantes de comandos de la muerte y de cabecillas del terror estatal que durante el periodo de la guerra interna en los años 80 y 90 adquirieron deuda de sangre con el pueblo (como el caso del grupo paramilitar Colina, durante la dictadura fujimorista), envía un mensaje amenazante contra el movimiento popular. Además, la nueva estrategia del Estado para la Criminalización de la Protesta Social utiliza la “amenaza terrorista” como arma contra el movimiento popular, para descabezarlo o reprimirlo a sangre y fuego, con la complacencia servil de la prensa, cuyo principal papel es generar “opinión pública” favorable a “las bondades de la inversión extranjera” y que toda oposición a ella es “antipatriota”, “extremista” o “terrorista”, y merece ser castigada con la prisión o la muerte. Al igual que el anterior gobierno, el actual ya ha solicitado facultades legislativas para seguir dando el marco legal a una mayor represión contra las luchas sociales.
5.- En este contexto de profundización del modelo neoliberal el gobierno peruano viene agudizando el conflicto socio-ambiental en la provincia de Cajamarca en su afán de imponer al a cualquier precio el proyecto minero Conga (que es la ampliación corporativa de la Minera Yanacocha, propiedad de Minas Buenaventura, Newmont y la Corporación Financiera Internacional, que ha acumulado un capital social declarado de cerca de 400 millones de dólares en 20 años de explotación minera en Perú). Señalamos que Yanacocha es entre otras cosas, responsable de la contaminación sobre las comunidades cercanas con cianuro, mercurio o ácido nítrico, con desastrosos efectos ecológicos percibidos a cientos de kilómetros en las zonas agrícolas o acuíferas.
Ahora bien, con el proyecto Conga se busca imponer la minería como la principal actividad económica relegando a un plano inferior las actividades ganaderas, agrícolas y pecuarias. Se conoce que Conga estaría explotando en cinco cabeceras de cuenca y destruiría importantes acuíferos naturales subterráneos, puesto que no se pueden reemplazar las cuatro lagunas naturales por reservorios artificiales (como pretende Conga), pues éstas son un ecosistema en sí mismas, con múltiples y complejas conexiones entre el agua y los demás elementos orgánicos o inorgánicos. Además, las lagunas de toda la zona (donde se piensa realizar el tajo abierto) se conectan con las nacientes de los ríos y desembocan –superficial y subterránea- hacia las partes inferiores de la cuenca. Además de las cuatro lagunas en cuestión, dos de ellas lo usarían como fuentes de agua para procesar el mineral y los otros dos como basureros de relaves mineros. Ni siquiera toman en cuenta que desaparecer los lagos significa atentar contra todo el equilibrio naturaleza ha formado en millones, y que el envenenando del suelo y el aire con las enormes cantidades de cianuro, mercurio toxico usados por la minera acabaría con toda forma de vida en la región, con el claro riesgo de extenderlo a todo el país.
6.- Frente a esta medida del empresariado minero transnacional en complicidad con el gobierno local, el pueblo cajamarquino ha denunciado contundentemente que este proyecto minero es INVIABLE (al grito de ¡Conga no va!). En respuesta, el Estado ha criminalizando la protesta: persiguiendo, encarcelando y torturando a sus dirigentes y delegados de base, así como manipulando la información en los medios de prensa oficiales. Como parte de esta campaña de represión, el Estado peruano decretó un Estado de Emergencia (bajo las órdenes siniestras del entonces Primer ministro, Óscar Valdés) en las provincias de Cajamarca, Celendín y Hualgayoc, a inicios de este año, con la clara intención de hacer retroceder al movimiento popular en dicha región. Sin embargo la respuesta social fue distinta: las movilizaciones se intensificaron y la solidaridad se extendió por todo el país con actos de protesta, resistencia, denuncia, etc., en las que nuestra Organización tuvo destacada participación directa desde el inicio de estas medidas.
7.- En medio de este contexto de lucha y resistencia social se desencadenó una nueva masacre contra hermanos comuneros cuyo único “delito” fue atreverse a luchar por lo que creían justo: Cesar Medina Aguilar (17 años), José Antonio Sánchez Huamán (29 años), Faustino Silva Sánchez José (35 años), Eusebio García Rojas (48 años), todos ellos de Celendín y Joselito Vásquez Jambo (28 años) de Bambamarca, a los cuales jamás debemos olvidar. Del mismo modo, continuaron los acosos a activistas y organizaciones sociales, con detenciones arbitrarias e injustas, con la completa militarización de las zonas en conflicto y con la permanente campaña de cacería de brujas hacia las organizaciones que desde la capital del país y otras ciudades hemos mantenido la Solidaridad Activa y la Acción Directa como herramientas de lucha.
Como consecuencia de esta masiva respuesta, la represión se ha fortalecido y luego de terminar el plazo del Estado de Emergencia, el gobierno extendió esta medida coercitiva por 30 días en Cajamarca, Celendín y Hualgayoc, donde quedan suspendidas las garantías constitucionales, para salvaguardar “la propiedad privada y pública”. Es decir, la presencia de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas se mantiene con dureza, que ha vuelto a detener y torturar activistas como al periodista independiente cajamarquino, Jorge Chávez Ortiz. Esta nueva medida es responsabilidad directa del Presidente, Ollanta Humala Tasso; el presidente del Consejo de Ministros, Juan Jiménez Mayor, y los ministros de Defensa, Pedro Cateriano Bellido; del Interior, Wilfredo Pedraza Sierra, y de Justicia y Derechos Humanos, Eda Riva Franchini.
8.- Ante este panorama de agudización del conflicto social y su consecuente criminalización urge la necesidad de consolidar y fortalecer las organizaciones populares por la defensa del agua, del medio ambiente y de nuestros derechos sociales. En el caso concreto de Conga, nosotros como anarquistas, pensamos que una salida viable al tema es potenciar la capacidad de respuesta y decisión de las propias comunidades afectadas y que esto se traduzca en su fuerza real para la administración y control directo de los recursos naturales que existan en sus tierras. Rechazamos toda injerencia del Estado y sus aparatos representativos (aunque finjan de mediadores y facilitadores del diálogo entre las partes en conflicto), así como del propio capital empresarial privado. Nos manifestamos claramente a favor de la Autogestión y manejo de las tierras y recursos acorde a las necesidades básicas y directas de las poblaciones en cuestión.
Creemos que dentro de un marco democrático debe respetarse y potenciarse la libre autodeterminación de los pueblos en sus posiciones respecto a medidas que les afecten directamente, deslindando de las nociones capitalistas que pretenden imponer el mito de la “modernidad”, del “progreso” y el “desarrollo” por encima de las necesidades colectivas humanas. Y Cajamarca se mantiene firme en la consigna ¡Oro no! ¡Agua sí! ¡Conga no va!, apostando por actividades productivas sostenibles que generan más beneficios a los pueblos de dicha región. Y esa será la posición hasta el final de este conflicto.
9.- Asimismo, demandamos el máximo de difusión y solidaridad con estos hechos y con todo lo concerniente a nuestra región. Como anarquistas sabemos cuál es nuestro lugar en medio de este panorama de lucha de clases. Sabemos de qué lado de la trinchera estamos y cuáles son las posibilidades y limitaciones de nuestra corriente revolucionaria. Por ello, como Organización libertaria hemos sido parte de muchas de las medidas de lucha que se han gestado en nuestro país durante nuestros años de militancia. No solo nos hemos limitado a marchar junto al resto de organizaciones, sino que hemos sido parte activa de los procesos de construcción y movilización en sucesos como las luchas contra las cumbres del APEC y AL-CUE en Perú (2008), por las masacres en Bagua, selva amazónica (2009), y contra Conga (2011-2012).
Como anarquistas pensamos que es nuestro deber dinamizar los espacios donde tenemos presencia, para radicalizar los procesos y medias de lucha buscando que el protagonismo repose en el propio pueblo auto-organizado y no en partidos políticos oportunistas y electoreros o en las estructuras del Estado (sea de derecha o izquierda). Debemos preocuparnos por caracterizar nuestras realidades inmediatas y enlazarlo en un contexto amplio de Internacionalismo, para entender cuáles son los espacios populares de mayor incidencia y agitación social. Pensamos que el anarquismo solo tiene sentido en la medida en que consigue articular sus propios conceptos teóricos con el quehacer social. En cuanto el anarquismo recupere su vigor histórico y camine seguro en la brecha de la organización y la lucha social podremos asegurar que nuestras tesis son viables, vigentes y válidas.
Es momento de deslindar y superar el divisionismo, para así forjar un verdadero movimiento anarquista revolucionario, organizado, internacionalista y solidario que logre posicionarse desde las entrañas del pueblo mismo y desde allí resurja victorioso.
10.- Finalizamos este Pronunciamiento manifestando nuestras propuestas de concretar y extender un mayor impulso a las luchas sociales con la construcción de Orgánicas sociales y políticas libertarias que desde dentro del actual movimiento popular amplifiquen el ejercicio de dinámicas de empoderamiento y construcción social efectivo, entendido esto como potencialidades de acción y movilización del pueblo organizado, contra el Estado, sus instituciones y sus fuerzas represivas, así como la fomentar la capacidad de tender puentes entre los distintos sectores del anarquismo organizado y social para agilizar nuestras perspectivas orgánicas y nuestros modos de lucha. Todo esto se convertirá en un medio eficaz para la construcción de la alternativa libertaria dentro del movimiento social en todo el mundo.
¡Abajo la criminalización de la protesta social!

¡Contra la economía de mercado, forjar un pueblo auto-organizado!

¡Solidaridad con la lucha de Cajamarca y todos los pueblos del mundo!

¡El agua es un tesoro que vale más que el oro! ¡Conga NO VA!

¡Contra el capitalismo mundial, el Estado y su represión!

¡Viva el anarquismo organizado y social!

¡Arriba los y las que luchan!
Adhieren:
- Unión Socialista Libertaria (Perú)
- Federación Comunista Libertaria (Chile)
- Frente de Estudiantes Libertarios (Chile)
- Organización Socialista Libertaria (Uruguay)
- Línea Anarco-Comunista/OSL (Argentina)
- Federação Anarquista do Rio de Janeiro (Brasil)
- Organização Anarquista Socialismo Libertário (Brasil)
- Alternative Libertaire (Francia)
- Organisation Socialiste Libertaire (Suiza)
- Federazione dei Comunisti Anarchici (Italia)
- Zabalaza Anarchist Comunist Front (Sudáfrica)
- Confederación Sindical Solidaridad Obrera (España)
- Workers Solidarity Movement (Irlanda)
- Motmakt (Noruega)
- Fédération Anarchiste (Francia-Bélgica)
- Anarchist Federation (Inglaterra)
- Federazione Anarchica Italiana (Italia)
- Federación Anarquista Ibérica (España-Portugal)
- Föderation Deutschsprachiger AnarchistInnen (Alemania-Suiza)
- Federación Libertaria Argentina (Argentina)
- Czechoslovak Anarchist Federation (República Checa)
- Federacija za Anarhistisno Organiziranje (Eslovenia)
- Federation of Anarchists in Bulgaria (Bulgaria)
- Anarchist Black Cross (Bielorrusia)
- Federación Anarquista Uruguaya (Uruguay)

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